El exmandatario costarricense, Luis Guillermo Solís, criticó al gobierno del presidente salvadoreño Nayib Bukele y a su decisión de extender el régimen de excepción, que ha ido prorrogando en el último año por medio de la Asamblea Legislativa para frenar el índice de homicidios en el país centroamericano.

Solís, quien estuvo presente en un acto en Costa Rica en honor a las víctimas de la represión en Nicaragua, lamentó en conversación con la Voz de América que en territorio costarricense se visto Bukele con mucha admiración “porque ha logrado posicionar la idea de que la violencia criminal y especialmente la de las maras, se puede controlar a partir de violaciones de derechos humanos masivas pero con mano firme”.

“Es un pésimo ejemplo, pero mucha gente lo ve como el mejor ejemplo, y se está convirtiendo en lo que algunos que llaman ilusamente la doctrina Bukele”, afirmó Solís. “Yo creo que El Salvador ha entrado en una dinámica que lo acerca mucho a un régimen dictatorial y hay que ponerle mucha atención”, agregó.

Bukele ha reiterado sus críticas contra los que fustigan sus políticas contra los pandilleros y ha expresado: “Los derechos humanos de la gente honrada, son más importantes que los de los delincuentes”.

A mediados de mayo, Bukele lanzó un mensaje contra los organismos de derechos humanos y la comunidad internacional, en el contexto del asesinato de un policía a manos presuntamente de un pandillero.

“Que sepan todas las ONGs de derechos humanos, que vamos a arrasar con estos malditos asesinos y sus colaboradores, los meteremos en prisión y no saldrán jamás. No nos importan sus reportajes lastimeros, sus periodistas prepago, sus políticos marionetas, ni su famosa comunidad internacional, que jamás se preocupó por nuestra gente”, espetó Bukele en Twitter.

Este lunes, una publicación de la oenegé Cristosal, la más importante que monitorea los derechos humanos en El Salvador, develó que las condiciones a las que son sometidas las personas privadas de libertad por el régimen de excepción “son propias de tratos inhumanos y degradantes”.

El informe documentó 153 muertos bajo custodia del Estado durante el régimen de excepción. También señala que los reos son sometidos a “prácticas de tortura, golpizas y castigos”.

“Se trata de una política gubernamentales de castigo y de terror para las personas detenidas por el régimen de excepción, que impacta a toda la población salvadoreña”, subraya Cristosal.

El gobierno de Bukele no ha respondido a dicho informe hasta el momento de publicar este artículo.

Por otro lado el exmandatario que gobernó Costa Rica desde mayo de 2014 hasta mayo de 2018, expresó su preocupación por el panorama en Centroamérica y su repercusión “en lo político y lo humano”.

“La dictadura en Nicaragua es una mancha que afecta a toda la región y más allá porque se marca en un proceso de deterioro de las instituciones democráticas que, aunque no se realice dentro de las fronteras de esos países, de algunos de ellos, por el simple hecho de que afecte a tantos miles de personas en otro, constituye un problema que nos concierne, no es propio”, subrayó.

En Costa Rica viven miles de exiliados nicaragüenses a raíz de las protestas antigubernamentales en Nicaragua en 2018, y por esa razón, Solís cree que se debe continuar haciendo todos los esfuerzos para “llevar a los responsables a la justicia internacional”.

Solís criticó también el apoyo brindado a Ortega desde el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y subrayó que “es deplorable el apaciguamiento al regímenes como el régimen Ortega-Murillo”.

“Me parece que ha faltado claridad en los gobiernos de Centroamérica, incluido el gobierno de Costa Rica, que ahora resulta que habla de normalización de relaciones con una dictadura atroz”, concluyó.

Fuente: VOA