TIJUANA, Baja California (proceso.com.mx).- Con gritos de “¡No a la invasión!” y discursos xenofóbicos, cientos de tijuanenses manifestaron hoy su rechazo a la presencia de centroamericanos en su ciudad, cuatro días después de la llegada de los primeros integrantes del éxodo migrante a la frontera con Estados Unidos.
La muchedumbre se volvió violenta cuando una joven llegó a expresar su solidaridad con los migrantes y su repudio contra el nacionalismo. “¡Sáquenla!”, repitió la gente aglutinada en el monumento a Cuauhtémoc.
“Traidora”, “¡Cállate!”, le gritaron. Se armó un conato de bronca, el cual terminó en un tumulto alrededor de la mujer, que recibió una lluvia de insultos.
Después de la trifulca, la joven expresó, con la voz trémula, las causas de la pobreza, criticó la guerra contra el narcotráfico y las políticas xenofóbicas, o recordó el origen de las pandillas en Estados Unidos.
“Migrar es un acto natural, todos lo hacen, si las familias son separadas van a seguir migrando”, abundó. “Me da tristeza, pero lo que falta es educación”, dijo, en referencia a la manifestación.
“No queremos historia, ya la sabemos, no queremos a los migrantes”, le contestó una señora.
A las preguntas de las decenas de periodistas mexicanos y extranjeros, los manifestantes expresaron un discurso similar: retrataron a los centroamericanos que llegaron a Tijuana en la llamada caravana migrante como personas violentas, criminales, drogadictas o malagradecidas; eso sí, se defendieron de ser racistas o xenófobos, muchos se definieron como “nacionalistas”.
También repitieron noticias falsas que abundaron en las redes sociales en días recientes: vienen siete millones de centroamericanos, los centroamericanos se robaron niños en sus países para cruzar la frontera, o que el multimillonario estadunidense George Soros jala los hilos de un “plan global”.
Convocada a las 9 de la mañana en la Glorieta Cuauhtémoc la manifestación conglomeró a decenas de personas –entre ellas residentes de Estados Unidos–, quiénes se subieron al monumento con banderas de México y mantas con consignas como “¡Fuera!”, “Primero nuestros pobres”, o “inmigrantes sí, ilegales no” –distribuidas por manifestantes–.
“No estoy de acuerdo con la forma en la que se le permitió la entrada de estas personas, no han seguido la ley. No sabemos quiénes son y qué han hecho, y el gobierno no ha hecho nada para ello”, dijo Verónica, residente del acaudalado barrio de Playas. (Tomado de www.proceso.com.mx)