La homofobia sale cara: una ley en Carolina del Norte ahuyentó las inversiones del gigante del entretenimiento.

Carolina del Norte, una de las 51 entidades que conforman a Estados Unidos, perdió una millonaria inversión por parte del gigante de entretenimiento Netflixa causa de una ley homofóbica que apunta contra la comunidad trans.

El sitio especializado en noticias LGBTQ, The Advocate, anunció este jueves que la región portuaria Outer Banks de dicho estado, un bastión republicano del presidente Donald Trump, había sido considerada como el escenario perfecto para grabar la nueva serie de Netflix OBX.

Sin embargo, la producción decidió cancelar sus planes y moverse a Carolina del Sur. La razón: Carolina del Norte mantiene en vigor una ley conocida como HB-2, que prohíbe a las personas trans usar un baño público acorde con su identidad de género. Que una mujer trans use el baño de mujeres, por ejemplo, ameritaría una multa económica, lo que constituye un acto de discriminación, han acusado activistas de la comunidad LGBTQ.

En 2016, una ley similar promulgada en Carolina del Norte —con un lenguaje abiertamente homofóbico— provocó que cientos de casas productoras abandonaran el estado como una forma de protesta contra la discriminación institucional del gobierno estatal.

“Esta ‘pequeña’ ley le ha costado a este pueblo unos 70 buenos y honestos trabajos con prestaciones sociales. También está mandando el mensaje a las personas capaces de traer trabajos similares que Carolina del Norte no ha aprendido nada”, dijo Jonas Pate, guionista de la serie, oriundo de Carolina del Norte, al sitio de noticias StarNews.

Según Pate, dicha producción tenía proyectado gastar cerca de 60 millones de dólares en el estado durante la filmación de la serie. Dinero que ya no llegará a las manos de los vecinos.

La serie OBX transcurre en un sitio cercano al mar, donde cuatro adolescentes quedan aislados tras el paso de un huracán que destruye el cableado eléctrico y la señal satelital de los celulares.