Una investigación realizada por EE, uno de los principales operadores móviles del Reino Unido, recomienda que los niños menores de 11 años no tengan acceso a teléfonos inteligentes. Esta sugerencia surge con el objetivo de “proteger a los niños en el mundo digital”, debido a las preocupaciones sobre el acceso temprano a internet y redes sociales.
Un estudio previo del regulador de medios Ofcom, publicado en abril, reveló que aproximadamente el 25% de los niños de entre 5 y 7 años en el Reino Unido ya posee un smartphone. Esta tendencia ha generado inquietudes entre expertos y operadores como EE, quienes sugieren que los menores de 11 años utilicen dispositivos con capacidades limitadas, como teléfonos que solo permitan enviar mensajes de texto y realizar llamadas.
Además, EE recomienda que los menores de 13 años tengan un acceso restringido a las redes sociales y que los padres monitoreen y controlen el tiempo que sus hijos pasan frente a la pantalla. La empresa también sugiere mantener el control parental activo hasta los 16 años para limitar el acceso a contenidos inapropiados y proteger a los menores en línea.
Aunque EE no impondrá restricciones en la venta de smartphones basadas en la edad, la compañía busca orientar a los padres para que tomen decisiones informadas sobre la tecnología que ofrecen a sus hijos. Mat Sears, director de asuntos generales de EE, subrayó la importancia de esta orientación.
En el ámbito político, algunos miembros de la comisión de educación de la Cámara de los Comunes han sugerido que el gobierno debería considerar la prohibición total de los teléfonos inteligentes para menores de 16 años. Sin embargo, el primer ministro Keir Starmer, quien es padre de dos adolescentes, rechazó esta idea en julio, argumentando que “no cree que sea una buena idea”.