En algunas regiones de este México lindo y querido es muy recurrente el dicho: acabaron con la quinta y los mangos y se refiere a un hecho inherente al saqueo o a los efectos de un fenómeno natural y contra esta maldita enfermedad se manifestaron en las urnas millones de veracruzanos, hartos de los excesos caciquiles de nueva familias que se han enriquecido escandalosamente a costillas del pueblo.

Trasladada esta sentencia a lo sucedido el domingo pasado en Veracruz, lo que enfrentó la oposición a Morena y aliados, fue un verdadero tsunami y una victoria adicional, a parte del éxito de Rocío Nahle en las urnas, se anotó otra gran victoria con  el “tiro de gracia” que el pueblo asestó a viejos cacicazgos en Veracruz.

La hegemonía política  de los Yunes azul (léase los de la moronga azul) en la zona conurbada y Yunes rojo de Perote, la de los Diez en Orizaba, la de los Lagunes Parissi y Condado Mortera  en Cosoleacaque y Acayucan, la de los Lagunes Marín San Rafael, de la los de la Torre Sánchez en la zona citrícola de Martínez de la Torre, la de los Guzmán Avilés de Tantoyuca y la de los García Guzmán de Pánuco, se redujeron a ceniza.

Rocío Nahle arribará al poder el 01 de diciembre del año en curso más que legitimada, no solo por haber obtenido más de dos millones de sufragios, sino porque el pueblo inteligente con su credencial de elector, puso un hasta aquí a los excesos de poder en los que han incurrido estas nueve familias a lo largo y ancho de Veracruz.

Otro elemento más de legitimación, es la declaración tácita de su principal adversario del PRIAN, José Yunes, quien tuvo que admitir el triunfo  de Rocío Nahle como incuestionable y con ello se diluyeron las intentonas del enfermo mental de la zona conurbada, de iniciar un conflicto postelectoral, convocando sus huestes a un plantón este miércoles en la plaza Lerdo, en el justo momento en el que el OPLE entregue la constancia de mayoría a la ganadora histórica de esta elección.

Con las aplastantes y vergonzosas derrotas a los candidatos del PRIAN/PRD a la presidencia, gubernatura, senadurías, así como aspirantes a diputaciones federales y locales, el electorado interpretó a cabalidad el mensaje que en campaña Rocío Nahle dirigía a cientos de miles de veracruzanos, cuando afirmaba que desde el gobierno habría combatir –como seguramente lo hará- con todas las herramientas legales a su alcance, los dañinos cacicazgos que han ejercido por décadas estas nueve familias en territorio veracruzano. Esta léase bien, esta, es otra de las contundentes victorias de Rocío Nahle.

Bien, el juicio del pueblo se ha consumado, porque con su sagrado voto depositado en las urnas manifestaron su desprecio al PRIAN y a estas familias que se han convertido en verdaderas hernias sociales, corresponderá en su momento entonces a la gobernadora Rocío Nahle, la que a partir de asumir el poder ordene revisar todos los expedientes archivados en la FGE y proceder en contra de los caciques que por décadas han amasado grandes fortunas, producto de la corrupción.