• Víctima  del nefasto personaje, lo recuerda como un sujeto tirano y endemoniado al servicio de caciques en la década de los 90´s

Aquí en Texcatepec e Ixhuatlán de Madero-Huasteca Baja de Veracruz- todavía recuerdan el periodo represor de Patricio Chirinos y su brazo ejecutor Miguel Ángel Yunes Linares, quien como secretario de gobierno se extralimitó violando a placer los derechos humanos de quienes con valentía exigían la materialización de la pomposa justicia social de la que en sus discursos los políticos del PRI presumían.

En 1993, el maestro rural Juan Alberto Menchaca tenía 32 años de edad, fue y es un testigo viviente de los métodos salvajes de Yunes Linares para imponer a la brava la gobernabilidad en un territorio rebelde por antonomasia, como es la Huasteca Baja.

En aquellos años, permaneció detenido en una cárcel clandestina en la zona montañosa de Texcatepec por supuestos policías estatales. Su pecado: haber exigido aulas para que sus alumnos no continuarán tomando clases bajo la sombra de un árbol. Aquella vez, se le vinculó a un grupo de “paramilitares”, basados en el dicho de uno de los rebeldes detenidos, en el sentido que el profesor Menchaca era el vinculo entre los guerrilleros y sacerdotes jesuitas para azuzar a la población a levantarse en armas.

Hoy, cuando la futura gobernadora de Veracruz Rocío Nahle, me distingue invitándome a recorrer el estado, para reencontrarme con los rescoldos de la injusticia social que prohijó el PRI y el PAN, avalado por la oposición residual del PRD, tuve el gusto de saludar al profesor Menchaca, acusando injustamente de formar parte de un grupo guerrillero, que fue el antecedente más inmediato al surgimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Efectivamente, entre los años 1991 y 1993 quien esto escribe, tuvo acceso a información clasificada en el sentido que en aquella región, con el apoyo de un grupo de curas jesuitas, se entrenaban con tácticas de guerrilla varios grupos de jóvenes y adultos en los municipios de Huayacocotla, Zontecomatlán, llamatlán, Benito Juárez, Ixhuatlán de Madero y Texcatepec, territorio en donde el triunfo de Claudia Sheinbaum y Rocío Nahle, ya es un hecho.

Por aquellos años -sin imaginar el alacrán que estaba al frente de la Secretaría de Gobierno- me atreví a publicar un amplio reportaje para la revista Juicio Político, bajo el título “Guerrilla en Veracruz”, sustentándolo con una entrevista al teniente Camilo Hernández y versiones periodísticas jamás desmentidas, de cuatro sacerdotes jesuitas que confirmaban que en aquella zona, se gestaba una “revolución”, como un fatal vaticinio de lo que el 01 de enero de 1994, se registraría en Chiapas con el EZLN.

¿Qué relación pudo haber existido entre el grupo de “revoltosos” -así clasificaba Yunes a quienes exigían tierras, caminos, escuelas y servicios de salud y el EZLN, al grupo de hombres que desde 1981 se preparó con el respaldo de desertores de las fuerzas armadas? Una muy simple y llana: el abandono y la desidia del gobierno para atender sus reclamos en materia de reparto agrario y rubro que costó un permanente derramamiento de sangre, porque desde Palacio de Gobierno, se alentaba a los caciques de horca y cuchillo, a combatir a los luchadores sociales, como una estrategia de control político que al PRI le representaba un puñado de votos verdes, compartiendo el poder con mafiosos ligados eso sí, a la delincuencia organizada.

Discípulo de Heberto Castillo Martínez- el mejor referente de la causa izquierdista no solo en esta región sino en todo el país, asistió a escuchar el discurso de Rocío Nahle. Aplaudía a rabiar y contagiado por el impetu que la futura mandataria genera con su elocuente oratoria, prorrumpió: Vamos a tener gobernadora.
¿Que le pediría usted a Rocío? Le pregunté, ahí, justo a un costado del palacio municipal. El maestro muy sucintamente respondió: Que no ponga un enfermo mental como secretario de gobierno.

¿Algo más?

“Que lleve ante la justicia a quienes como Yunes Linares, se han burlado del pueblo y han violentado los derechos humanos, imponiendo un clima de terror en los pueblos de la huasteca. Que aplique la ley a los pederastas, a los que han desfalcado el estado y a los que amparados en el poder, se han adueñado de ríos, playas, valles y montañas.

¿Algún mensaje especial a la ingeniera Nahle?

“Que jamás olvide los rostros de mujeres y hombres quemados de sol y ajados por el trabajo duro en el campo, que hoy vinieron a escucharla. Que nunca olvide la sonrisa inocente de las niñas y los niños que hoy llegaron a aplaudirle y a creer en sus 80 compromisos. Que jamás olvide a su maestro Andrés Manuel
López Obrador y que grabe en su corazón el rostro de la esperanza del pueblo de Veracruz.