El cambio climático está afectando gravemente la capacidad de adaptación de los organismos, incluidos los humanos, señaló Francisco Estrada Porrúa, director del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC) de la UNAM. Durante su participación en el encuentro “The Coalition for Biosphere Resilience”, Estrada alertó sobre los retos que enfrentan las grandes ciudades, como las islas de calor, y destacó los alarmantes cambios en el panorama biológico.

Entre 1985 y 2020, las áreas urbanas pasaron del 3% al 72% de la superficie ocupada en la megalópolis mexicana, desplazando la vegetación nativa y la agricultura de secano, según un estudio del PINCC. Estrada advirtió que para 2050, esta cifra podría aumentar entre un 17% y 45%, dependiendo de las acciones preventivas que se tomen. Además, el suelo agrícola podría reducirse hasta en un 46%, lo que impactaría gravemente la biodiversidad.

Durante el evento, expertos internacionales coincidieron en que la falta de tiempo para la adaptación de los organismos ante el cambio climático es crítica. Susana Magallón Puebla, directora del Instituto de Biología, destacó que los cambios biológicos que solían tomar siglos están ocurriendo en décadas, poniendo en peligro a numerosas especies.

Fabiola Murguía Flores, investigadora del Instituto de Ecosistemas y Sustentabilidad, presentó un modelo computacional que revela cómo las bacterias metanótrofas del suelo, importantes sumideros de metano, podrían contribuir a la reducción de emisiones contaminantes, aunque enfrentan limitaciones por sus hábitats específicos.

El evento, que reunió a investigadores de diversas instituciones, subrayó la urgencia de fortalecer la resiliencia climática y desarrollar políticas públicas basadas en la ciencia para enfrentar los efectos del cambio climático.