La empresa Neuralink, fundada por Elon Musk, ha anunciado un avance significativo en su investigación de interfaces cerebro-computadora. Su segundo paciente humano, identificado solo como “Alex”, ha logrado utilizar un implante cerebral para controlar dispositivos electrónicos, jugar videojuegos y diseñar objetos en 3D, a pesar de sufrir una parálisis causada por una lesión de médula espinal.

Neuralink informó que la cirugía para implantar el dispositivo, conocido como “Link”, fue un éxito, y Alex fue dado de alta al día siguiente, con una recuperación fluida. El implante le ha permitido no solo mejorar su capacidad para jugar videojuegos, sino también aprender a usar software de diseño asistido por computadora (CAD) para crear objetos tridimensionales.

Antes de su lesión, Alex trabajaba como técnico automotriz, especializado en la reparación y ajuste de vehículos y maquinaria pesada. Gracias al implante, ha podido diseñar un soporte personalizado para su cargador Neuralink, el cual fue posteriormente impreso en 3D e integrado en su entorno de trabajo.

Neuralink también está colaborando con Alex para mejorar su productividad con el dispositivo. Esto incluye asignar diferentes tipos de movimientos a comandos específicos en el software CAD, lo que le permite alternar rápidamente entre distintas funciones como hacer zoom, desplazarse, panorámica y clic y arrastre.

Superando retos iniciales

El avance con Alex se presenta después de ciertos desafíos experimentados con el primer paciente de Neuralink, Noland Arbaugh, quien recibió el implante en enero. En su caso, los diminutos cables del dispositivo se retrajeron, lo que afectó el rendimiento del implante y requirió una nueva intervención.

Para evitar problemas similares, Neuralink implementó mejoras en la cirugía de Alex, como la reducción del movimiento cerebral durante la operación y el ajuste del espacio entre el implante y la superficie cerebral. Estas medidas han resultado exitosas, permitiendo que el implante funcione correctamente sin las complicaciones observadas anteriormente.

Tanto Alex como Arbaugh pueden ahora usar sus implantes para navegar por Internet, publicar en redes sociales, y mover el cursor de una computadora utilizando solo sus pensamientos, lo que marca un hito importante en el desarrollo de tecnologías de interfaz cerebro-computadora.