Un reciente estudio ha sacudido las bases de la astronomía al revelar que los océanos visibles en la superficie de la Tierra representan solo una pequeña fracción del agua total del planeta. Según estas investigaciones, más del 80% del agua terrestre podría estar oculta en su interior. Este descubrimiento tiene profundas implicaciones para la comprensión de la formación planetaria y la búsqueda de vida en otros mundos.
El estudio sugiere que el agua atrapada en el núcleo de los planetas permanece allí para siempre, mientras que el agua disuelta en el manto puede liberarse hacia la superficie durante el enfriamiento del planeta. Esta dinámica podría significar que los exoplanetas son mucho más ricos en agua de lo que se pensaba, lo que lleva a subestimar drásticamente el volumen de agua en su interior al calcular su peso y tamaño.
La investigadora principal, Dorn, explica que si se detecta agua en la atmósfera de un exoplaneta, es probable que haya mucha más en su interior. Esta hipótesis ya cuenta con indicios en el exoplaneta TOI-270d, y se espera que el telescopio espacial James Webb confirme estas interacciones en otros planetas, como K2-18b, que se considera un candidato para albergar vida.
El estudio también desafía la idea de que las supertierras, planetas con masas varias veces superiores a la de la Tierra y cubiertos por océanos profundos, no puedan albergar vida debido a una capa de hielo a alta presión que impediría el intercambio de sustancias vitales. En lugar de ello, sugiere que el agua en estos planetas se encuentra mayormente atrapada en el núcleo, lo que podría permitir la existencia de condiciones de habitabilidad similares a las de la Tierra en la superficie.
Este descubrimiento podría transformar nuestra comprensión de la habitabilidad planetaria y abrir nuevas posibilidades en la búsqueda de vida en el universo.