México ha marcado un hito en su historia con la elección de Claudia Sheinbaum Pardo como la primera mujer presidenta de la República. Este logro no solo destaca la carrera política de Sheinbaum, sino que representa la culminación de siglos de lucha por los derechos de las mujeres en un país donde la igualdad de género ha sido una batalla constante.

La frase de Rosa Luxemburgo, “quien no se mueve no siente las cadenas”, cobra relevancia en este contexto, reflejando la lucha incansable de las mujeres desde las sufragistas hasta las feministas contemporáneas, quienes han derribado barreras en una sociedad patriarcal. La elección de Sheinbaum es un testimonio de este esfuerzo colectivo y un símbolo de cambio profundo en la política mexicana.

Tras recibir la constancia que la acredita como presidenta electa el 15 de agosto de 2024, Sheinbaum dirigió un emotivo mensaje al país, subrayando que su victoria no es solo personal, sino un logro para todas las mujeres que han luchado por la igualdad y la justicia. “Es la primera vez en 200 años de la República que una mujer recibe el reconocimiento de presidenta electa. Presidenta, con A”, enfatizó Sheinbaum, resaltando el simbolismo de este momento histórico.

La llegada de una mujer a la Presidencia de México representa un avance significativo en la lucha por la igualdad de género y la continuidad del proyecto de la Cuarta Transformación iniciado por Andrés Manuel López Obrador. Sheinbaum ha reafirmado su compromiso con los principios de justicia social, igualdad y la erradicación de la corrupción, asegurando que estos seguirán siendo pilares de su gobierno.

El contexto en el que Sheinbaum asume la presidencia no es sencillo. La Cuarta Transformación ha enfrentado resistencias internas y externas, desde sectores que buscan preservar privilegios del pasado hasta aquellos que ven sus intereses económicos amenazados. Sin embargo, Sheinbaum ha demostrado ser una líder capaz de enfrentar desafíos complejos, y su mandato trae consigo la esperanza de consolidar los avances en la reducción de la pobreza, la creación de empleos y la construcción de una sociedad más equitativa.

A nivel global, la elección de Sheinbaum contribuye a disminuir el déficit de mujeres en el poder. Según ONU Mujeres, en junio de 2024, solo 27 de los aproximadamente 195 países del mundo contaban con mujeres como jefas de Estado o de Gobierno, lo que posiciona a México como un referente en la equidad de género en el liderazgo político.

La presidencia de Claudia Sheinbaum es histórica no solo por ser la primera mujer en ocupar el cargo, sino también por lo que simboliza en términos de continuidad política y compromiso social. Su elección es un triunfo para todas las mujeres y un paso firme hacia un futuro más inclusivo, recordando que las cadenas de la desigualdad solo se rompen cuando se avanza hacia un nuevo horizonte.