Raúl Domínguez/FirmasMx

El grupo legislativo del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en el Congreso Local que lidera Juan Javier Gómez Cazarín, contará en los días por venir con dos integrantes más, al confirmar su separación de la bancada panista los diputados Hugo González Saavedra y Othón Hernández Candanedo, quienes venían apoyando iniciativas importantes para el morenismo.

González Saavedra obtuvo la diputación que ostenta en las urnas, representando al PAN y en calidad de simpatizante, jamás como militante porque jamás le fue extendida la credencial de afiliación. Su capital político en el distrito de Huatusco es de 50 mil votos en promedio. Su presencia en aquél distrito cafetalero se redoblará, toda vez que entre manos tiene la intención de ser el abanderado de MORENA a la diputación federal.

González Candanedo por su parte ganó en el distrito de Misantla la diputación local, de igual forma midiéndose en las urnas la friolera de 29 mil votos, nada desde el cómodo escritorio ni por dedazo. Ha mantenido graves diferencias con la actual directiva estatal del PAN que dirige tras bambalinas su homólogo Enrique Cambranis Torres, quien a través de su eterno asistente Federico Salomón Molina, viene reacomodando las piezas rumbo al proceso electoral del 2024.

De ahí, que tras haber votado una iniciativa en favor de que los no veracruzanos sean elegibles candidatos a la gubernatura, la comisión de Honor y Justicia albiazul le abrió un proceso de expulsión junto a su compañera legisladora Nora Jessica Lagunes, empero esta última ya fue absuelta.

¿Que destino les espera a estos legisladores?

Nada en política es casualidad, en todo caso es causalidad: Considérese desde ya la posible anexión de estos diputados locales a la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional, logro atribuible al presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) Juan Javier Gómez Cazarín, pero, además, se da como un hecho que tanto González Saavedra como Hernández Candanedo, serán desde ahora fuertes aspirantes o competir por una diputación federal o en el mejor de los escenarios a buscar la reelección, ahora enarbolando el color marrón de MORENA.

Analizándolo el caso desde una perspectiva muy simple, podría pensarse que a los dos legisladores les retacaron el hígado de piedritas desde su propio partido y decidieron tirar la toalla, renunciando sin más a su bancada, lo que puede ser justificable, pero no. Detrás existe algo más, por tratarse de dos diputados de mayoría, con liderazgos probados en su zona de influencia. Ambos suman 80 mil votos, que podrían incrementarse si a partir de ya, pero ahora con la “bendición” de Palacio de Gobierno fortalecen su presencia y gestión en todos y cada uno de los municipios que representan.

Por ahora, Acción Nacional deberá recular en su intención de seguir expulsando a sus militantes, porque en una de esas –y es lo que todos se preguntan- ¿Quién demonios se va a quedar en casa a cerrar la puerta?