Puntos Cardinales

Raúl Domínguez

Cuando trascendió desde las primeras horas de hoy la detención del alcalde electo de Lerdo de Tejada, en forma por demás irresponsable algunos medios de comunicación vincularon de -rompe y rasga- al personaje con el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Juan Javier Gómez Cazarín e incluso, otros, en el colmo de la irresponsabilidad, aseguraban que el legislador es socio del detenido en la compra del ingenio azucarero “San Francisco Naranjal”. 

Tuvo que ser el propio gobernador Cuitláhuac García Jiménez quien saliera al paso de esos infundios, exhibiendo además el medio digital que publicó tal sandez, como el que desde la legislatura pasada pretendía un convenio de publicidad de cinco ceros con el Congreso del Estado y como Gómez Cazarín, cumplió a pie juntillas el decreto de austeridad, desde entonces ha sido objeto de ácidas críticas por parte de ese portal.

Por eso hoy, ese medio noticioso que en el sexenio de Fidel Herrera y Javier Duarte, succionó el erario público a placer, no perdió la oportunidad de publicar y lanzar una #etiqueta insinuando una sociedad empresarial con Fabian “N”, de ahí, que ante la gravedad del duro señalamiento -inventado desde luego por la mente calenturienta de su dueño- haya sido el propio gobernador quien convocara a conferencia de prensa para “aclarar paradas”.

“Hay que decir la verdad, no hay relación entre el diputado Juan Javier (Gómez) Cazarín y Fabián Cárdenas más que la pública y también yo estoy en una foto con él, fui a un acto con él, pero no se confundan, nosotros no hacemos complicidades, ni el diputado Gómez Cazarín, ni un servidor”, afirmó el depositario estatal.

Evidentemente alterado, pero con firmeza, Cuitláhuac García recordó lo que en otra conferencia había afirmado: “Yo aquí expresé y lo dije público, que había dos munícipes electos sobre los cuales tenía ciertas sospechas, Lerdo y Alvarado; autoridades municipales electas sobre las cuales voy a indagar más porque hay indicios de que su comportamiento da lugar a delitos”.

En conferencia -celebrada en la sala de banderas del Palacio de Gobierno- pasado el mediodía de este miércoles, algunos periodistas, pero en particular la reportera del medio que hizo semejante señalamiento, muy incisiva al inicio, trató en los siguientes minutos de enmendarle la plana a su jefe y al estilo de aquél célebre vocero presidencial que un día sí y otro también, trataba de corregir los yerros de su “patrón” Fox, con el clásico “lo que el señor presidente quiso decir fue….”, explicó que lo que se dio a entender era que Gómez Cazarín era aliado político de Fabián N en función de algunas fotografías, que dista mucho de ser socio.

Entonces García Jiménez -esbozando una sonrisa y a punto de una carcajada- preguntaba: “¿Entonces por una fotografía Juan Javier (Gómez) ya es socio del detenido? “No, si ustedes tienen el acta constitutiva notariada y que aparezca en el Registro Público de la Propiedad, adelante, pero si es por una simple imagen, eso no es correcto”.

“Uno se toma fotos con todos, ni modo que sea uno sangrón. (…) Ni modo, ese papel me tocó al estar al frente del gobierno”, fustigaba.

Y en efecto, si un personaje del nuevo régimen se ha convertido en el principal activo del morenismo, como ocurrió en el pasado proceso electoral, gastando suela por todo el territorio veracruzano, con todas sus virtudes y defectos, ese es, Juan Javier Gómez Cazarín.

Sin exagerar, por su peculiar forma de hacer política, a ras de piso, Gómez Cazarín tiene tres aficiones: la política, el futbol y las “benditas redes sociales”, desde donde todos conocen su día a día y pretender manchar su prestigio por una miserable foto, eso solo puede concebirse como el más ruin de los “sicariatos periodísticos”.

En suma, el “fuego amigo” del que hoy esta siendo víctima Juan Javier Gómez, solo se podrá entender a partir de su meteórica carrera política dentro del nuevo régimen, pero de ser “socio” de un ingenio azucarero, es un infundio propio de una mente perversa y desesperada.

Se reelección causó prurito a sus adversarios y su designación como presidente de la JUCOPO, terminó por enloquecer a sus adversarios.

De nada.