DESPUÉS de muchos años de ser un cuchitril o chiquero, hoy las oficinas de Tránsito del Estado en Nanchital, se han transformado. El impulsor de esto se llama Valentín Campos Copto. En la gráfica se le observa -rodillo en mano- aplicando recubrimiento a la banqueta. 

Nanchital, Ver. Valentín Campos Copto rompió paradigmas y determinó –ante la extrema austeridad del gobierno- destinar parte de su salario para cubrir las carencias y necesidades de la delegación de Tránsito del Estado al frente de la cual se encuentra desde hace dos meses, lapso en el cual el rubro vial se ha ido transformando, pues no pocos han sido los días que personalmente ha puesto manos a la obra, como ocurrió muy recientemente al cambiar la fisonomía de sus oficinas.

Campos Copto, ingresó casi adolescente a las filas de la Policía Municipal de Coatzacoalcos, pasando por todos los cargos, hasta llegar a ocupar la coordinación operativa de la intermunicipal, hasta que un idiota gobernador se le ocurrió disolverla, so pretexto que no estaba generando los resultados esperados.

Decepcionado por la ingratitud de sus superiores, solicitó so baja y se dedicó a actividades particulares, consciente que no solo de pan (policía) vive el hombre, sin embargo jamás se desvinculó de la disciplina cuasi militar y no desaprovechó cuanto curso se le presentaba para mantenerse actualizado.

No fue hasta que la 4T arribó al poder cuando por la intervención de añejas amistades fue incorporado primero como jefe de servicios y a los pocos meses como delegado de Tránsito del Estado, desde donde con el respaldo de personas altruistas, lo mismo se le observa impartiendo un curso de educación vial en alguna institución o aplicando pintura en el marco del programa permanente de señalización.

Resalta en entrevista  en gran medida los resultados hasta ahora arrojados se deben al respaldo de su director y subdirector, quienes al enterarse de su muy particular forma de trabajar, al destinar parte de su salario a las necesidades de esa delegación, le han puesto especial atención, conscientes que el caso  de Valentín Campos, de donar su sueldo, es digno de reconocerse. Bien.